Debido a que la Leprosis es ocasionada por un virus que afecta o daña localmente una parte del árbol, es posible manejar la enfermedad a través de podas. Por lo tanto, las plantas de huertas comerciales y/o traspatios que derivado de la exploración se detecten con síntomas, serán podadas conforme al avance del síntoma o tamaño del daño en hojas y ramas, pudiendo ser poda ligera (eliminando solo las partes vegetativas con presencia de síntomas), poda severa (eliminando gran parte de las ramas) o incluso puede ser necesario proceder con la eliminación de la planta cuando los síntomas sean muy severos.
En el caso de plantas de traspatio que requieran ser eliminadas por presentar un daño severo de la enfermedad, pero que conlleve riesgos a viviendas, a otras plantas de valor o bienes de terceros, debe analizarse la conveniencia de aplicarse un herbicida al tronco para provocar la muerte del árbol. Cuando es necesario o esta acción es solicitada por parte de los propietarios de los árboles de traspatios, se cortan los troncos y las ramas gruesas, a fin de facilitar su manejo y uso. En caso de que las plantas sean eliminadas, se deberá usar un herbicida sistémico al tocón a fin de evitar rebrotes.
Los ácaros son el factor más importante para la diseminación de la enfermedad a cortas y medianas distancias. En ese sentido, es indispensable el control químico de éstos, mediante la atención de los focos de infestación de Leprosis.
Antes y después de podar la(s) planta(s) con síntomas en huerta(s) comercial(es), se procederá con el control químico del vector, dirigiendo la aplicación a las plantas y malezas que se encuentren en un radio de 40 metros a la redonda de donde se localiza la planta positiva, el resto será responsabilidad del productor, si se detectan más de 5 focos de infestación se realizará el control del vector en toda la huerta.